El Desafío de la Bioeconomía pretende convertir los Principios de Alto Nivel del G20 en estrategias de acción concretas. Únase a la sociedad civil, las empresas y las comunidades para crear conjuntamente una bioeconomía mundial sostenible e integradora.
Integrar y promover el desarrollo sostenible en sus dimensiones económica, social y medioambiental, contribuir a erradicar el hambre y la pobreza y mejorar la salud y el bienestar, garantizando al mismo tiempo la seguridad alimentaria y la nutrición a escala mundial.
Ser inclusivos y equitativos, defender los derechos de todas las personas, incluidos los pueblos indígenas y los miembros de las comunidades locales, promover la igualdad de género y la participación de todas las partes interesadas.
Impulsar los esfuerzos de mitigación y adaptación contra el cambio climático mundial, en consonancia con los acuerdos climáticos multilaterales aplicables.
Contribuir a la conservación de la biodiversidad, la utilización sostenible de sus componentes y el reparto justo y equitativo de los beneficios derivados de la utilización de los recursos genéticos y los conocimientos tradicionales asociados, con sujeción a la legislación nacional y en consonancia con los acuerdos e instrumentos internacionales aplicables.
Fomentar modelos de consumo y producción sostenibles y el uso eficiente y circular de los recursos biológicos, promoviendo al mismo tiempo la restauración y regeneración de zonas y ecosistemas degradados.
Desarrollarse mediante un uso seguro y responsable de la ciencia, la tecnología, la innovación y los conocimientos tradicionales, evaluando científicamente los beneficios, riesgos e impactos potenciales.
Beneficiarse de marcos políticos sólidos y coherentes que fomenten el comercio de productos y servicios de la bioeconomía, las condiciones de mercado, los modelos empresariales sostenibles, los empleos dignos, la creación de valor local y la participación del sector privado y la sociedad civil.
Utilizar criterios y metodologías transparentes, comparables, mensurables, inclusivos, basados en la ciencia y adaptados al contexto para evaluar su sostenibilidad a lo largo de las cadenas de valor.
Ser fomentada por una colaboración y cooperación internacionales que aborden los retos mundiales, aprovechen los puntos fuertes complementarios, la innovación y el espíritu empresarial y promuevan la financiación, el desarrollo de capacidades y el intercambio de mejores prácticas.
Basarse en enfoques específicos para cada país y aplicarse en consonancia con las prioridades nacionales y las circunstancias regionales y locales.
